Por Qué Marchamos
Marchamos bajo la tradición de la resistencia de nuestras comunidades contra la policía, el estado y la opresión social, una tradición que está personificada y simbolizada por la Rebelión de Stonewall de 1969.
Marchamos contra la explotación de nuestras comunidades, contra los fines de lucro de la protesta y contra el lavado de imagen, una imagen rosa impulsada por las empresas y por el Estado, como bien se muestra en las celebraciones del Pride en todo el mundo, incluido la Marcha del orgullo de la Ciudad de Nueva York.
Marchamos en oposición a la transfobia, a la homofobia, a la bifobia, al racismo, al sexismo, a la xenofobia, a la intolerancia basada en la filiación religiosa, al clasismo, al capacitismo, al audismo, al edadismo y todas las otras formas de opresión y la violencia que las acompaña en los EE.UU. y globalmente.
Marchamos por el fin de las expresiones individuales e institucionales de odio y violencia, así como por el fin de las políticas gubernamentales que nos niegan nuestros derechos y nuestras vidas, desde el NYPD hasta ICE, desde el complejo industrial carcelario hasta la represión estatal en todo el mundo.
Marchamos en oposición a los esfuerzos que niegan los derechos de nuestras comunidades y que borran a la gente queer en todo el mundo.
Marchamos contra el neoliberalismo nacional y global y el ascenso de la extrema derecha.
También contra la pobreza y la desigualdad económica, contra la agresión militar de los Estados Unidos y contra la amenaza del cambio climático.
Somos trans, bisexuales, lesbianas, gays, queer, intersexuales, asexuales, de dos espíritus, no binarios, género no conforme + y aliados.
Marchamos para celebrar nuestras comunidades e historia, en solidaridad con otros grupos oprimidos y para exigir justicia social y económica en todo el mundo: ¡Marchamos por la Liberación!